
Avistamiento de un aguará guazú en Miramar de Ansenuza: una oportunidad para concientizar sobre la fauna silvestre
30 julio, 2025La presencia del mayor cánido sudamericano en las calles de Miramar resalta la necesidad de reforzar el compromiso ciudadano con su conservación con conocimiento.
Vecinos de la localidad de Miramar de Ansenuza fueron sorprendidos por la presencia de un ejemplar de Aguará Guazú que circulaba por las calles del pueblo. El avistaje, que fue registrado en videos y fotografías compartidos rápidamente en redes sociales, generó asombro y curiosidad, pero también renovó la importancia de comprender el valor de esta especie protegida que, aunque poco frecuente, habita en la región de Ansenuza en número reducido.
Una especie emblemática y amenazada
El Aguará Guazú (Chrysocyon brachyurus) es el zorro más grande de Sudamérica, aunque no pertenece al mismo género de los zorros comunes. Conocido por su aspecto singular, posee largas patas, pelaje rojizo, orejas grandes y hocico fino. Es un animal solitario y esquivo, que se alimenta principalmente de frutos, pequeños mamíferos, aves y reptiles.
En Argentina, esta especie se encuentra amenazada, y su situación de conservación es considerada “Vulnerable” por la legislación nacional. Su hábitat natural abarca humedales, pastizales y bordes de monte, ecosistemas que han sido degradados o fragmentados en gran parte del país. En el caso del corredor Ansenuza, se estima que quedan muy pocos ejemplares.
Convivencia responsable: una clave para su protección
El avistamiento de un Aguará Guazú en una zona urbana no debe ser motivo de alarma. Por el contrario, se trata de una especie inofensiva para el ser humano. Su comportamiento esquivo y su dieta no lo convierten en una amenaza. Sin embargo, estos encuentros ofrecen una oportunidad para reflexionar sobre la interacción entre la fauna silvestre y los entornos humanizados.
Es un animal solitario y esquivo, que se alimenta principalmente de frutos, pequeños mamíferos, aves y reptiles.
En la región de Ansenuza —reconocida internacionalmente por su riqueza en biodiversidad— no es raro que otras especies nativas como pumas, pecaríes, corzuelas, gatos monteses, zorros o comadrejas se desplacen cerca de zonas rurales o rutas. Estos movimientos pueden estar motivados por la búsqueda de alimento, agua o refugio, y suelen intensificarse en determinadas épocas del año o ante modificaciones de su hábitat natural.

Qué hacer ante un avistamiento
Ante la presencia de un animal silvestre como el Aguará Guazú, se recomienda no intervenir, no intentar capturarlo, ni asustarlo. Es importante mantenerse tranquilos y, en lo posible, avisar a las autoridades ambientales o cuerpos especializados como la Policía Ambiental o Guardaparques. Estos datos permiten llevar a cabo tareas de monitoreo y conservación de las especies.
La convivencia armónica con la fauna autóctona es posible y necesaria. Cada avistaje es un recordatorio del valor que tiene conservar nuestros ecosistemas y respetar a las especies que los habitan.
Mirá el video del avistamiento en este enlace: https://www.instagram.com/reel/DMiXGbfsd7u/?utm_source=ig_web_button_share_sheet
Un símbolo de la naturaleza chaqueña y su resiliencia
El Aguará Guazú es más que un animal exótico: es un símbolo de los pastizales y humedales del norte y centro argentino, y un indicador del estado de salud ambiental de estas regiones. Su presencia en Ansenuza nos interpela a redoblar esfuerzos en materia de educación ambiental, conservación del monte nativo y respeto por la fauna silvestre.
