“Llegar ser un buen sacerdote”, la carta que evocó el Obispo Buenanueva en una despedida marcada por la fe y el amor
9 diciembre, 2025El emotivo homenaje al padre Diego Fenoglio en La Para.
Este lunes por la mañana, la parroquia de La Para fue escenario de una conmovedora despedida al padre Diego Fenoglio, fallecido de manera inesperada el sábado a los 49 años. Numerosos fieles participaron de las misas exequiales, reflejando el profundo cariño y el fuerte vínculo que el sacerdote supo construir con la comunidad a lo largo de su ministerio pastoral.
Durante la celebración, el obispo de San Francisco, Sergio Buenanueva, compartió palabras de profundo contenido espiritual y humano. En su homilía leyó un fragmento de una carta que Diego había enviado en abril de 1997 al entonces obispo Mons. Baldomero Martini, en la que expresaba con claridad y entusiasmo su vocación sacerdotal y su deseo firme de ingresar al Seminario, describiendo ese llamado como una fuerza que “le quemaba por dentro” y lo colmaba de alegría.
“Eso fue y siguió siendo Diego”, expresó el obispo Buenanueva en sus redes sociales, destacando que el dolor vivido es proporcional al amor sembrado en el corazón de la gente, algo propio —señaló— “de los buenos curas”. El mensaje cerró con una despedida cargada de esperanza, propia del tiempo de Adviento, confiando su descanso eterno a la intercesión de María, la Purísima.
La partida del padre Diego deja una huella profunda en La Para y en las comunidades donde ejerció su misión pastoral, y su testimonio de vocación y servicio permanece vivo en la memoria de quienes lo acompañaron.
“Llegar a ser un buen sacerdote”
El fragmento de la carta que Diego le envió en abril de 1997 al obispo de entonces, Mons. Baldomero Martini, pidiéndole entrar al Seminario. expresaba:
“Bueno, también le comunico que mi vocación sacerdotal va creciendo cada vez más. Yo ya estoy decidido a entrar al seminario, no tengo ninguna duda en ello, además fue mi decisión y realmente realizo lo que me gusta, lo hago a todo con alegría. Es que es algo que me quema por dentro, lo siento desde lo más profundo, puesto que cuando con un compañero hablamos del tema, algo dentro mío empieza como a quemarme y me lleno de alegría. A mí esto me gusta realmente y es por ello que sigo sus consejos para tener las cualidades necesarias para llegar a ser, si Dios así lo quiere, un buen sacerdote.”




